miércoles, 16 de octubre de 2013

y el minuto que me queda... déjenme sola con el.

Debo reconocer que no te extraño a ti, extraño las peleas, si aunque suene estúpido, extraño cuando tenias la razón y me negaba a aceptarla, hasta ahora 10 de la noche- 15 de octubre de 2013 me doy cuenta de todo lo que te tengo que decir frente a tus ojos,  ha habido muchas oportunidades para hablar y hemos estado tan cerca de gritar la verdad, de gritar un te extraño al viento, solo somos un par de inmaduros que guardan la manía de ser cobardes.

(Y el minuto que me queda… déjenme sola con el)- escucho esta canción justo ahora, no se cuando te volveré a ver, te quiero mucho brother, te quiero tanto, aun me extiendo cuando alguien me pregunta por ti e incluso te pongo en mis temas de conversación cuando con las personas que hablo ni siquiera te conocen.
 Debes de acordarte de aquel primo que me visitaba cuando vivíamos juntos, ahora es mi pareja, las cosas no nos han salido tan bien como yo pensé, debe ser que el amor es una quimera con tiro de un solo lado o como tu sabes, deben ser mis problemas de autoestima, que por su puesto he ido mejorando, pero no se porque no puedo amar a alguien sin depender de él, es que sabe no se si es eso o si es por dar esperando recibir un amor igual (entregado, sincero, cariñoso) necesito un consejo tuyo en este momento, un abrazo, necesito ver tus ojos brillar mientras me dices que todo saldrá bien y que debo ser fuerte.

Como en aquellas noches frías de desvelo, ¿recuerdas esas noches de tragos fuertes, de miradas profundas, de dolientes palabras?  aquellas en las que un coffe y un cigarro se consumían mientras cruzábamos palabras con un extraño en la panadería, mientras leíamos en la web noticias sobre la situación ecológica del mundo o esas otras donde despilfarrábamos nuestro dinero en cine, dulces y drogas, a decir verdad también extraño aquellas cosas, extraño llamarte a la madrugada y decirte ¿salimos a fumarnos un porro?, extraño llamarte después de tu trabajo y decirte ven a mi casa, extraño verte llegar en bici, con tus ojeras y tus grandes auriculares, extraño las caminatas y paseos de los domingos, extraño todo lo que hicimos y disfrutamos a plenitud, como aquellas canciones que cantábamos a pulmón sin importarnos el sueño de los vecinos, como cuando nos montábamos en tu bici y nos íbamos a buscar hierba a tu barrio, momentos que no he compartido con nadie mas que tu y que siempre vivirán en mis memorias.

Se bien que debo retomar fuerzas, soñar, volver a amarme, cuidar mi cuerpo, no atiborrar-me de golosinas,
no devolver lo que como, no entregarme olvidándome a mi misma, sé que debo tener valentía, sé que debo tomar decisiones firmes, eso lo se, también sé que saldré adelante, que me volveré a amar tanto que este amor que siento por el suene a notas de libertad en este cantar de mi vida, sé que debo tener dignidad, sé que debo respetar mi cuerpo y aferrarme a mis principios, lo se, porque  de una manera u otra la flor de loto debe elevarse del fondo del pantano, sé que el gato negro volverá a recuperar sus habilidades de caza, de creatividad, sé que de nuevo seré el detective de las tardes nubladas, que volverá a correr mientras recupera otra de sus 7 vidas, recuperara las ganas y su misterio lo volverá a vestir de lo místico de la existencia, yo sé que utilizará el cosmos como cobija otra vez, que se atreverá a cruzar las puertas con espinas, yo sé que el cardo se pegara a la piel y el sufrimiento será la muerte de la cual renacerá mi nuevo ser, mi verdadero ser….
 Lo se, de verdad lo se amigó,  lo que quiero es escucharlo de tus labios, una palabra de aliento de la persona en la que mas he confiado, a la que mentí por miedo a perder y a la que el final termine perdiendo mientras también me perdí a mi misma, quiero escucharte mientras me dices  “tienes que madurar”, yo sé que solo falta tu voz.

Ahora entiendo aquellas indirectas con canciones, entiendo que te hice daño y que no me importo, hoy alguien se porta conmigo justo como me porte contigo, ambos cometimos errores-tu y yo- ambos cometemos errores -el y yo- no quiero que esta historia termine como termino la historia con mi mejor amigo…

Siempre me decías que debía hacer, pero no por no hacerte caso te alejabas, e incluso me pongo a pensar que siempre terminabas a mi lado apoyándome y cuando sufría por esos errores que me habías querido prevenir, antes de decirme “te lo dije” me escuchabas,  quizás nunca te lo he dicho las suficientes veces, Gracias, gracias porque a pesar de todo no te alejaste y gracias por irte justo cuando era necesario.


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