martes, 16 de julio de 2013

Olvide que eres mi pecado.

Entre los latidos de mi corazón y los pasadizos del laberinto que aborda mi mente, camina vagamente el recuerdo de tu amor, parece que fuera ayer cuando dijiste que me fuera de tu vida con tus fríos gestos y tus miradas pérdidas….parece que  has olvidado el daño que causaste.
Parece que he olvidado que tú eres mi pecado, no sé qué decirte cuando dices que me extrañas, trataría de hacerte mil preguntas y confundirte... Pero como jugar contigo así, si tú eres el gran maestro que me enseño esa materia, como mentirte si eres el rey del engaño, como dicen por ahí es como llevarle cuentos a quien tiene librería.
Hace pocos días no más, recordé tu mirada tan profunda, la extraño… esos ojos tiernos que cuando chocaban con los míos  producían diáfanas sonrisas, aquel tiempo donde vivíamos en una nube, sin pensar siquiera que la lluvia podría desvanecernos, tus manos grandes que ponías sobre mi rostro y aquel primer beso que fue tipo literatura romántica los extraño también.
aunque siempre calculador eras todo lo que pedía en aquel tiempo, muchos dijeron que no debería estar contigo pero cuando me cuidabas como tu mayor tesoro sentía que en realidad era un tesoro, dicen que cuando quieres a alguien y no sabes por qué lo quieres, es amor….. Y en este momento me encuentro precisamente sintiendo eso inexplicable, no sé si es el quererme aferrar a tu presencia perdida o a esos recuerdos que ahora solo viven en mi memoria, no sé si es las canciones que me dedicaste con las que daba grandes suspiros, al creer que me amabas….. no sé si fueron las peleas, no sé si es tu ida y vuelta, no sé qué es y no quiero que sea amor.
Vivimos entre dos mundos a puertas cerradas, tu mente humana no te permite creer lo que hay mas allá de lo que tus ojos pueden ver, y mi espíritu no me permite renunciar a su esencia…
 Soñé un mundo contigo una vez, pero ateísmo y religión no van de la mano, nos separa un hilo que es débil y que podría ser cortado de no ser por el miedo de perder una libertad inexistente, nos separa la avenida de pensamientos y dogmas, nos separa la carne, nos une el cosmos.
 Dicen que fuimos separados al nacer; si es así tú eres la carga negativa del átomo que me formo, quizás sea cierto que las almas gemelas son las que no se parecen en nada, si es así he encontrado a mi media naranja o más bien medio limón, que amarga este silencio, que corta nuestra situación.

16/07/2013 

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